La frase de hoy: _____________________________

miércoles, 1 de julio de 2009

Breve Recuento de la "Liberación Gay". Parte 2

A finales de los 70´s y principios de los 80´s la comunidad gay se granjearía dos grandes enemigos: el movimiento "ex gay" y el estigma asociado al VIH/SIDA.

Respecto al primer enemigo, cabe recalcar que el movimiento "ex-gay", de corriente cristiana y llevado a cabo única y exclusivamente en las congregaciones religiosas, estuvo acechando gays y lesbianas por mucho tiempo, incluso en el período anterior a la despatologización de la homosexualidad. La única diferencia es que el movimiento "ex gay" antes de 1973 no tenía tanta fuerza dado que la psiquiatría en ese entonces era el principal verdugo para gays y lesbianas, por lo tanto un movimiento "ex gay" era simplemente una "pequeña prolongación" del trabajo psiquiátrico, solo que con oraciones e imágenes del infierno adicionadas. Sin embargo, después de que la Asociación Americana de Psiquiatría despatologizasé la homosexualidad, y de ver pequeñas pero muy significativas victorias por parte de la comunidad gay, el movimiento "ex gay" tenía que cobrar mucha fuerza para evitar que la comunidad gay siguiera avanzando: primero porque la ciencia estaba dejando de considerar enfermos a los homosexuales y segundo porque la victoria de Harvey Milk estaba comenzando a caldear mucho los ánimos de la comunidad LGBT, y eso no era del gran agrado del cristianismo quién por varios años sostuvo una larga tradición homofóbica, por varias razones. Y en 1978 fue cuando comenzó a constituirse como una amenaza: en ese año el sacerdote católico John Harvey, con la aprobación del Vaticano, fundó lo que hoy se conoce como Courage, constituyéndose en aquella ocasión como una poderosa organización cuyo objetivo era (y más adelante verán porque es "era" y no "es") "terapia reparativa para los gays arrepentidos". De ahí en adelante surgieron varias organizaciones formales "ex gays", Courage funcionando como su especie de incubadora.

¿Cuál fue el verdadero objetivo principal del movimiento "ex gay"? Derrogar los derechos de los homosexuales, derrogar las leyes antidiscriminación. En Estados Unidos, por ley solo se consideraba que existía discriminación cuando una persona tenía un rasgo que no pudiera ser modificado; en cambio si una persona poseía un rasgo que pudiera fácilmente ser cambiado entonces no existía discriminación. Por lo tanto, si los homosexuales pudieran "cambiar" su orientación sexual entonces no existía la discriminación por orientación sexual porque bien podían evitar ser discriminados si se "volvían" heterosexuales. Lo sé, su argumento esta muy fuera de lugar (primero porque la homosexualidad no es una enfermedad y por lo tanto no se puede ni debe ser "cambiada", y en segundo lugar porque existen infinidad de rasgos que sí pueden ser cambiados, tal como las ideas, la libertad de expresión y la misma cultura ¿entonces para no ser discriminados por nuestras ideas, expresiones y cultura debemos cambiar todos esos aspectos propios, en vez de que se sancione al que nos discrimina por pensar diferente, tener una cultura diferente o por expresarnos a nuestro gusto? sería un tontería y un abuso).

El movimiento "ex gay" tuvo mucho auge por muchos años, torturando de una forma todavía más cruel que la psiquiatría a homosexuales; y así lo pone de manifiesto el testimonio de Lyn Duff, una adolescente lesbiana de California que fue llevada por sus abuelos a la fuerza a una organización "ex gay": sufrió un régimen de "terapia reparadora", también llamada terapia de aversión, que consistía en forzarla a ver pornografía lesbiana mientras le hacían oler amoníaco, hipnosis, drogas psicotrópicas, confinamiento solitario y mensajes terapéuticos relacionando el sexo entre mujeres con las «calderas del infierno»; también narra se emplearon técnicas de modificación del comportamiento, incluyendo la obligación de usar vestidos, formas no razonables de castigo por infracciones menores (los castigos incluían cortar el césped con tijerillas y limpiar suelos con cepillos de dientes), además de «positive peer pressure» (‘presión positiva de pares o iguales’) en la que los pacientes se criticaban entre sí por insuficiencias reales o percibidas.

Así el movimiento "ex gay", a pesar de ser falaz, tuvo mucha repercusión en la detención de los derechos de gays y lesbianas, desde principios de los 80´s hasta casi finalizando el siglo XX; pero su fuerza decaería brutalmente años más tarde, después del 2005, por un conjunto de situaciones variadas de las que nunca logró recuperarse. Pero esas situaciones las abordaremos más tarde.

Pero sin duda alguna la peor amenaza que pudo haber enfrentado el colectivo homosexual y que le afectó enormemente, dejando huellas inborrables en la memoria de los LGBT, fue la llegada del VIH/SIDA, el 5 de junio de 1981. Ya saben la historia: en Los Ángeles, California, apareció un grupo de hombres jóvenes que presentaban un cuadro de infecciones oportunistas, en este caso del hongo Pneumocystis Carinii (una infección oportunista es aquella infección que normalmente no pescarías si tu cuerpo tuviera buenas defensas); al mes siguiente aparecieron varios casos de Sarcoma de Kaposi, un cáncer de piel principalmente presente en ancianos y en aquellas personas que tienen una baja cantidad de anticuerpos o defensas. Y, dado que la mayoría de estos casos correspondían a hombres homosexuales, se pensó en un principio que estos eran los principales portadores de dicha enfermedad letal que consumía las defensas del organismo y lo hacia suceptible a un gran número de infecciones; por eso en un principio al VIH/ SIDA se le conoció como la "peste rosa", haciendo que la comunidad homosexual tuviera otro estigma más: el de propagador de enfermedades infecciosas. Al comenzar la era del SIDA fueron muchos los homosexuales, principalmente hombres, que vieron morir a sus amigos, conocidos y amantes; algunos de ellos narran el estigma y aislamiento en el que sus amigos murieron, en la soledad e incomprensión que caracterizó los últimos momentos de vida de muchos de sus amigos y compañeros. Fue una era en la que todo fue incertidumbre total, primero porque no fue hasta 1984 cuando se pudo indentificar al virus del VIH, y segundo porque la enfermedad mísma ya tenía la faceta de "inmoralidad de la homosexualidad", faceta alimentada por las mentalidades ultraconservadoras quiénes nombraban al SIDA como una "enfermedad moral", aún a pesar de que en el año de 1982 se presentaron casos en personas de origen haítiano y usuarios de drogas intravenosas y algunas mujeres heterosexuales.

Pero el VIH muy pronto tendría un rostro nuevo, un rostro que comenzaría a sensibilizar a la sociedad en general sobre la importancia de combatir al virus de VIH/SIDA, un rostro que haría que las personas se sensibilizasen ante las poblaciones más afectadas por la pandemia, que comenzaría con el derribo del estigma y discriminación; pero a su vez dicho rostro tuvo doble efecto positivo: empezaría a refutar fuertemente el muy difundido estereotipo de que un homosexual es forzosamente "un ente afeminado, histérico e infeliz" . El 25 de Julio de 1985, Rock Hudson, un actor de voz y fisonomía exageradamente varonil, presumiblemente heterosexual, informaba desde París a través de su publicista, Yanou Collart, que “El señor Rock Hudson tiene el síndrome de inmunodeficiencia adquirida, que le fue diagnosticado hace más de un año en los Estados Unidos”. Fue cuando todo cambió, el tema del VIH incitó a que se revelara la homosexualidad de Rock Hudson, un aspecto de su vida que nunca quisó hacer del conocimiento público (incluso todavía más tarde sostendría que la causa por la que se infectó no fue porque haiga mantenido sexo sin protección, sino por una transfusión sanguínea) pero que al día siguiente del anuncio fue revelada por uno de sus ex amantes ocasionales, Armistead Maupin, quien en su columna que escribía para el Chronicles de San Francisco colocaba con lujo de detalles las intimidades y escenas sexuales que tuvo con Hudson, mientras homenajeaba al actor: “Le conté a mi madre que estaba saliendo con Rock; si eso no me redimía, nada lo haría”. Poco más tarde aparecería otro amante de Rock, el señor Marc Christian, quién término por sacar al aire, en el show de Larry King, la doble vida del actor.

La salida del clóset de Rock Hudson y el infortunio de haber adquirido el VIH, sin quererlo así, había hecho mucho por la comunidad gay. Su salida del clóset, voluntaria o involuntaria, echó por tierra el estereotipo del hombre gay raquítico, histérico, eternamente obsesionado por los hombres, afeminado e infeliz; mostraba un hombre gay fuerte, varonil, talentoso y con éxito, tanto así que muchos hombres heterosexuales trataron de imitarlo en su época de oro. Pero también hizo que las personas se sensibilizaran ante la epidemia, ante el dolor de los afectados por ella, ante el combate contra el VIH: pocos días después del anuncio se organizó en Los Angeles una gala de honor para recaudar fondos: en una noche juntaron más de un millón de dólares con la venta de entradas; Hudson no pudo asistir, pero envió un telegrama que leyó Burt Lancaster: “No me alegra tener sida, pero si esto puede ayudar a otros, al menos mi desgracia tendrá algo bueno”.

Como señalaba entonces Bruce Decaer, el responsable del área de salud de California, “entre que anunció su enfermedad y el día en que murió, en tres meses se recaudó más dinero para luchar contra el sida que en los anteriores tres años”. El día en que una víctima famosa “le ponía una cara al sida”, el Parlamento americano destinaba 189,7 millones de dólares para buscar un remedio. Rock dejaba para la causa gran parte de su herencia, incluidos los derechos de la autobiografía que jamás habría querido escribir. En el lecho de muerte, Elizabeth Taylor construía la columna celebrity de esta nueva cruzada, enunciando un epitafio que no por obvio dejó de ser mantra: “Que la muerte de Rock no haya sido en vano”.

La comunidad gay nuevamente se estaba recuperando en salud social, y con otra posibilidad de integrarse a la sociedad; y de hecho así lo fue, y lo esta siendo, cuando en 1989 comenzó un giro radical a favor del colectivo homosexual, comenzando por Dinamarca....

Continuará....

3 comentarios:

  1. Lo que siempre me ha sorprendido más y asqueado mucho, es aquellos que piensan que nos pueden curar... pero que locos, y que mal lo han debido de pasar infinidad de personas que se han sometido a estas torturas. La gente esta loca, y cada día entiendo menos a este mundo.

    Besitos cielo

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  2. Ciertamente, la epoca del SIDA fue horrenda, se nos estigmatizó, se hizo mucho daño con lo de los "grupos de riesgo" y los homófobos campaban a sus anchas.....yo tengo mi própia idea del SIDA, pero no quiero que me taches de loco.

    Gracias por este resumen que estas haciendo, y que yo estoy guardando. Abrazos dsde España.

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  3. Alex:

    Hay algunas cosas que es mejor no tratar de entenderlas porque no tienen nada que debas entender, solo el hecho de que son peligrosas y rídiculamente irrisorias, como los "ex gays": ni ellos mismos creen que "cambiaron" de orientación sexual.

    Un abrazo!!

    José:

    El VIH/SIDA siempre ha estado envuelto en controversias, y no necesariamente de índole moral, más bien su controversia radica en aspectos científicos, realmente extraños que de ser ciertos podrían ocurrir serias consecuencias. Así que lo que digas no será ninguna locura :-)

    Un abrazo enorme y feliz fin de semana!!

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