La paradoja del activismo LGBT

Puede observarse en países donde los colectivos LGBT han logrado un avance sustancial en lo que respecta a obtener plenos derechos. Conforme aumentan los triunfos del colectivo LGBT en materia de derechos civiles, conforme aumenta la creación de leyes para sancionar crímenes de odio homofóbico, conforme aumentan las campañas de sensibilización dirigidas a la población en general para crear respeto (o cuando menos tolerancia) hacia los LGBT, también aumenta la homofobia.

Se le conoce como homofobia reactiva, o sea aquella homofobia que se genera luego de un avance social positivo en pro del colectivo LGBT. La diferencia entre la homofobia social habitual y la homofobia social reactiva radica en su agresividad; la reactiva no es más que una versión exagerada de la habitual, más agresiva. Un ejemplo actual y claro de homofobia reactiva es que, luego de que buena parte del continente europeo se sensibilizase con la realidad LGBT, un país como Lituania haya aprobado una ley que prohíbe expresamente hablar de homosexualidad porque "afecta el desarrollo físico y psicológico" del menor, y la equipara con imágenes de cuerpos mutilados, suicidios y de terror.

No es que aumente el número de homófobos cuando ganamos algún derecho, de hecho para lograr un avance sustancial el número de estos tiene que estar disminuido considerablemente, sino más bien los homófobos que siempre se opusieron a que los LGBT tengamos derechos plenos ahora se han vuelto más agresivos, más de lo que es "normal" para ellos. Tenemos que combatir dicha situación, porque a veces es tan fuerte, tan agresiva y tan grave que puede revertir los avances, como en California con su Proposición 8 que terminó derrogando completamente el matrimonio homosexual.